Se presenta en el Congreso el polémico proyecto de ley de la diputada Mara Brawer, del Frente para la Victoria, que pretende prohibir la cirugía plástica en menores de 18 años. Esta es la opinión del doctor Roberto Martínez Rinaldi, Presidente de la Sociedad de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva de Córdoba y especialista en cirugía plástica y reconstructiva de Sublimis, sobre el tema.
No se puede prohibir por prohibir mediante una ley del Congreso lo que le compete a los criterios científicos de una especialidad de la medicina. Se está tratando el tema muy livianamente, sin lectura ni fundamento, de manera parcial, y esto amerita un debate más profundo. Ser cirujano plástico implica la formación universitaria de pregrado durante 6 años y de postgrado durante 7 u 8 años más. Esto lleva implícito leyes Hipocráticas de ética y sólida formación científica.
La especialidad en su totalidad persigue un objetivo estético y funcional con los consiguientes beneficios psicológicos y en la vida de relación social de los pacientes que deciden someterse a este tipo de procedimientos, ya sea por un problema congénito, una alteración de los cánones de belleza de alguna parte de su cuerpo, por un tumor, un trauma, etcétera.
El especialista certificado es quien debe hacer un diagnóstico preciso y evaluar las posibilidades de tratamiento, teniendo en cuenta el estado de salud clínica y de desarrollo psicosomático, en un marco de expectativas realistas y éticas.
La edad es uno de los factores a tener en cuenta, pero no el único, al momento de indicar un procedimiento quirúrgico determinado. Así pues, estaría indicada una cirugía estética de orejas (otoplastía) a partir de los 7 u 8 años en niños que sufren el acoso traumático de las burlas de sus congéneres, con el potencial trastorno psicológico que esto implica. De la misma manera puede realizarse una rinoplastia en pacientes con problemas estéticos y/o fucionales de nariz, a partir de los 15 o 16 años, con probados beneficios y sin consecuencias para el desarrollo físico y la salud de estas personas.
Ahora bien, no estoy de acuerdo en indicar una cirugía de aumento mamario (prótesis) en adolescentes menores de 18 años, como es el caso de padres que "obsequian" a sus hijas este tipo de cirugías como regalo de 15 años, ya que a esta edad no han alcanzado el adecuado desarrollo físico y psíquico para realizar este tipo de procedimiento puntual, aunque no se vea afectada su salud. A mi criterio, esto más bien pasa por un tema de ética profesional y como en todos los órdenes de nuestra sociedad, existen inescrupulosos que no respetan estos criterios del buen ejercicio de la medicina. Creo que este tipo de comportamientos deberían ser revisados por los entes deontológicos correspondientes y aplicar las sanciones pertinentes.
Sí estoy de acuerdo, por ejemplo, en que el Estado regule por ley los factores externos perjudiciales, como lo son la confección de modelos de talles pequeños de ropa, como apología de una enfermedad tan seria como la anorexia en jóvenes adolescentes.
No considero pertinente tratar estos temas de manera tan ligera. No creo que se pueda regular mediante una ley criterios de una ciencia médica, como es en este caso, la edad en que estarían indicados los diferentes tipos de cirugía que competen a esta especialidad. Debería hacerse un debate más profundo, en conjunto con las Sociedades Científicas, conformadas por médicos prestigiosos y con sólida formación científica, que integran las mismas y rigen los principios de la especialidad de Cirugía Plástica.