La jornada sobre Desfederalización de la Ley 23737 de Estupefacientes realizada ayer en Jujuy, o denominada también de provincialización de las causas penales por narcomenudeo, provocó un debate enriquecedor en torno a la penalización de las personas que consumen drogas y son víctimas de este flagelo, y sirvió además para reflexionar sobre el rol que debe cumplir el Estado en relación a la prevención, contención y tratamiento de las personas que sufren adicciones a las sustancias prohibidas. Los concurrentes destacaron la promoción de esta actividad y que la misma tuviera concreción en el ámbito de la Facultad de Ciencias Económicas de la UNJu.
Una de las mesas panel que abordó la preocupante temática del narcotráfico, el narcomenudeo y las sanciones que les caben a quienes están inmersos en estos actos de criminalidad estuvo conformada por el presidente del STJ, Sergio Gonzalez; el ministro de Gobierno y Justicia de Jujuy, Alberto Matuk; el jefe del bloque de diputados provinciales del Partido Justicialista (PJ), Javier Hinojo; y el diputado provincial Pablo Baca, del bloque de la Unión Cívica Radical.
Los expositores dieron su punto de vista y dejaron sus impresiones acerca de la conveniencia y las dificultades de adherir a esta norma nacional, afirmando sus apreciaciones en la realidad que tiene Jujuy y las diferencias sustanciales que existen con otras jurisdicciones provinciales. En ese contexto, Hinojo argumentó que para adherir al instrumento legal hay que hace foco en la optimización de los recursos humanos y económicos que se encuentran involucrados en el tema de la vigilancia y la lucha contra el narcotráfico.
“Creo que todos los actores de Jujuy deberíamos buscar una solución que vaya de arriba hacia abajo, porque con las sanciones que se prevén para las personas que son adictas, sólo se está atacando al eslabón más chico que tiene la cadena del narcotráfico”, opinó, y aseguró que este flagelo que golpea con mayor dureza a la juventud no tendrá una solución definitiva con la sola provincialización el narcomenudeo. “No podemos combatir la fiebre rompiendo el termómetro”, aseguró.
“No hay que llenar las cárceles de consumidores”
Tras ello, sostuvo que el abordaje y la definición de una futura adhesión requiere del desarrollo y la superación de todo un proceso, donde es necesaria la intervención de los diferentes sectores involucrados en la temática, entre ellos los juzgados federales, la Policía Federal, Gendarmería, el Poder Judicial, el Ejecutivo y la Legislatura. A la vez se mostró en desacuerdo con la política penal de llenar las cárceles de consumidores, aclarando que es necesario llegar al núcleo del problema apuntando contra los vendedores y narcotraficantes.
Habló además sobre su experiencia en la Dirección de Migraciones de Jujuy - en la que estuvo al frente durante tres años-, y la operatoria común que se daba con ciudadanos bolivianos que ingresaban a nuestro territorio como mulas y portando documentación argentina adulterada. “Aquí se planteaba un desgaste jurisdiccional, con una Justicia Federal abriendo más de trescientos procesos que nunca iban a llegar a sentencia y que terminarían alarmando las cifras de casos no resueltos por una falencia estructural”, subrayó.
Refirió que en este tema se observa que en algunos lugares se da que en ocho de diez casos se criminaliza al que consume. “No creo que una política represiva aplicada a una persona que consume vaya a bajar la criminalidad del narcotráfico, porque en esos casos se produce una doble victimización, para la persona enferma por un lado y para su familia por el otro”, opinó.
“Partiendo de esa premisa, no es que la Justicia Provincial se encuentre más aliviada que la Federal para involucrarse en estos temas. Atacar el delito del consumo redunda en esfuerzos inútiles, porque el narcotráfico no muestra con ello una reducción considerable en sus estadísticas”, agregó, al tiempo de señalar que hay que rever si estamos frente a un delito punible.-
Por último, dijo que hay que aunar esfuerzos y no seguir atacando el eslabón más chico de esta cadena. “Personalmente, no considero que un avance sobre el narcomenudeo vaya a traer una solución inmediata al problema del narcotráfico, o que con ello baje la venta y el consumo de estupefacientes”, concluyó.-