Los adolescentes abandonados por sus padres tendrán un tutor y cobrarán un subsidio del Estado

Serán acompañados por un tutor desde los 13 años y hasta que cumplan los 21 y cobrarán el equivalente al 80% de un salario mínimo por mes.

Argentina se convirtió este miércoles en el primer país de Latinoamérica en tener una ley específica de acompañamiento estatal a los adolescentes sin cuidados parentales que a los 18 años -y sólo en virtud de la edad- deben egresar de los hogares de protección en los que crecieron al resguardo de situaciones de abandono, abuso o violencia en su familia de origen.

Es que el Senado dio sanción definitiva a última hora a la denominada Ley de Egreso, una iniciativa impulsada por Unicef y la organización Doncel que se propone "garantizar la plena inclusión social y el máximo desarrollo personal" de los jóvenes que fueron separados de sus padres como una medida excepcional de protección para quedar al cuidado del Estado en hogares convivenciales o familias de acogimiento.

Para ello prevé dos herramientas fundamentales: la asignación de un referente que acompañe al adolescente desde los 13 a los 21 años (o 25 años en caso que siga estudiando) para tomar decisiones relativas a su salud, educación, vivienda, planificación financiera y otras; y la percepción de una asignación económica mensual igual al 80% del salario mínimo a partir de los 18 años.
La organización que dirige es cofundadora de la "Red Latinoamericana de Egresados de Protección", un grupo de organizaciones que trabajan para mejorar la vida de los adolescentes y jóvenes que viven o vivieron en dispositivos de cuidado estatal en ocho países donde ahora hay expectativa de que aprueben leyes similares.

"Esto sienta precedente y va a impactar positivamente para que los Estados se obliguen a respetar la normativa vigente -como la Convención para los Derechos del Niño- y otorguen derechos en una región donde hay 386 mil niños, niñas y adolescentes sin cuidados parentales", dijo la psicóloga, que destacó dos aspectos en los que la normativa es de avanzada.

"Por un lado, el programa no es incompatible con otros apoyos del Estado -como Progresar o la AUH- y por otra parte, es una ley de ingreso voluntario, lo que implica que el propio joven puede solicitar su ingreso por derecho propio sin necesidad de que intervenga un tercero y puede solicitarlo en cualquier momento, a partir de los 13 años para el acompañamiento con referentes y de los 18 para la ayuda económica", dijo.

Incluso si el egreso de un hogar de cuidado ya se hubiera producido sin que el adolescente nunca se haya acogido a la norma por desconocer su existencia y aún no hubiera superado los 21 años -si no estudia- o los 25 -si está estudiando-, puede reclamar la asignación económica mensual porque la condición es "vivir o haber vivido en una institución de cuidado".

En Argentina, los chicos y adolescentes sin cuidados parentales eran 14.675 en 2012, según un relevamiento de la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia (SENAF) que detectó que sólo el 54% de los que egresaron de estas instituciones ese año lo hicieron porque habían podido revincularse con sus familias, mientras que el 28% tuvo que abandonar los hogares por haber cumplido la mayoría de edad.

En el espíritu de la norma aprobada ayer está el "equiparar las responsabilidades alimentarias" que el Código Civil exige a los padres con las que el propio Estado asume cuando toma a su cargo a un chico o un adolescente.

"Ésta era una deuda pendiente, pero quedan otras en relación a la responsabilidad parental del Estado, como es modificar la reglamentación de la AUH que no llega a los chicos sin cuidados parentales porque no está previsto el cambio de titularidad en estos casos, que puede ser asumida por el chico mismo", dijo.
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Periodista: huellas de jujuy

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