VENEZUELA : AL MENOS 68 MUERTOS EN UNA CARCEL POR INCENDIO

VALENCIA, Venezuela — Como sucede en la mayoría de las prisiones en Venezuela, las celdas del Comando General de la Policía de Carabobo, al norte del país, estaban desbordadas. El recinto fue construido para albergar a sesenta reos y había unos doscientos.

El incendio convirtió a la prisión en un verdadero infierno. Rescatista y miembros de los servicios de emergencia hicieron huecos en las paredes para intentar que se dispersara el humo y que salieran los internos. Para la noche ya habían muerto 66 hombres y dos mujeres —que
posiblemente estaban ahí para visitar a sus familiares— y decenas de personas resultaron heridas. Durante la noche, las familias se reunieron en las inmediaciones para exigir información pero fueron dispersados por las autoridades con gas lacrimógeno y balas de goma, lo que despertó la indignación de muchos activistas y el público en general.
Algunos medios locales hablan de una cifra de fallecidos mayor, pero esto no ha sido confirmado oficialmente. También se reportó que la mayor parte de las victimas murió por asfixia.
Los familiares de los reos de Valencia dijeron que tenían entendido que el fuego empezó cuando las autoridades intentaron dispersar una fiesta supervisada por las pandillas —conocidas como pranatos— que amenazaron o sobornaron a los trabajadores de la prisión para que les permitieran tener acceso a drogas, alcohol y sexo. Los miércoles, según los familiares, se permitían las visitas conyugales.
Otra mujer, Yesenia Morillo, de 20 años, dijo que dentro de la prisión había dos sobrinos suyos en espera de juicio.
“La semana pasada una riña adentro causó un muerto, pero eso es normal”, dijo y precisó que sus sobrinos sobrevivieron al incendio. “Dijeron que había una fiesta y la policía les pidió terminarla pero los prisioneros no querían”, señaló Morillo. “Entonces un prisionero tomó el arma de un policía y comenzaron a dispararse y la policía le dio a una mujer. Y ahí empezó todo”.
María, una vecina de 56 años que vive a una cuadra de la prisión e insistió en que no se usara su apellido por temor a represalias, dijo que las autoridades dispararon balas de gomas contra la multitud que se reunió para exigir respuestas.
“He vivido aquí 55 años y es la primera vez que veo algo así, tan grande”, dijo.
María describió la cárcel como un desorden total. Dijo que los fines de semana llegan camiones que llevan hielo y comida para las fiestas de las pandillas y que es común que entren prostitutas a la estación de policía adjunta a la cárcel.
La organización Observatorio Venezolano de Prisiones dice que tenía tiempo advirtiendo sobre el hacinamiento en los calabozos de las estaciones, donde los arrestados pasan mucho más de las 48 horas que establece la ley después de su detención preventiva inicial.






FOTOS: RUTER
              JADES DELGADO
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Periodista: huellas de jujuy

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