Robo de película en el aeropuerto
internacional de São Paulo. En la tarde a plena luz del día, un grupo de
ladrones disfrazados de policías y fuertemente armados robaron casi 750 kilos
de oro.
Llegaron a la terminal de cargas del aeropuerto con vehículos
de policías que eran falsos, y sin matrículas. Una se quedó en
la entrada del recinto, vigilando, y la otra entró en el hangar de mercancías.
Allí, el grupo hizo rehén al jefe de logística del aeropuerto y a su familia,
que sólo serían liberados al final de la operación en un barrio de la
periferia.
Las cámaras de seguridad del aeropuerto captaron el momento en
que los ladrones colocan la carga en la furgoneta con la ayuda de un
montacargas. Según las primeras informaciones, se trata de casi 750 kilos de
oro, una carga evaluada en 30 millones de dólares (unos 27 millones de euros)
que estaba a punto de ser embarcada hacia Zurich y Nueva York.
Tras dejar el aeropuerto, los ladrones abandonaron las
camionetas clonadas en el barrio de Jardín Pantanal, en la zona este de São
Paulo, y entraron en una camioneta S-10 y en una ambulancia con la carga
robada.
La policía de São Paulo tuvo grandes dificultades en seguirles
la pista en un primer momento, al no poder utilizar el helicóptero de rastreo
por estar en los alrededores del aeropuerto internacional, el de más tráfico de
Suramérica.
El robo no afectó al tránsito normal de pasajeros, no hubo
tiroteos ni ningún tipo de altercado y los aviones aterrizaron y despegaron con
normalidad. Este fue el tercer ataque a terminales de carga en los últimos
cuatro años en São Paulo.
En 2015, una carga millonaria de móviles y tablets fue robada en
esta misma terminal, y el año pasado, en el aeropuerto de Viracopos, en
Campinas, unos ladrones se llevaron cinco millones de dólares en metálico.