El intendente de San Salvador de Jujuy, Raúl “Chuli” Jorge, participó de la Misa de Acción de Gracias por la beatificación del presbítero jujeño Pedro Ortiz de Zárate y del sacerdote jesuita Juan Antonio Solinas, quienes ofrendaron sus vidas en martirio mientras realizaban su labor misionera en 1683, y que eran conocidos como los Mártires del Valle del Zenta. La misma se celebró en la explanada de la Iglesia Catedral.
Las palabras
del intendente Raúl Jorge resaltaron la importancia del acontecimiento que fue
esperado por la ciudadanía, que celebró la beatificación de esta figura con una
historia muy rica en la ciudad de San Salvador de Jujuy desde el 1622 hasta su
muerte.
Haciendo una
breve reseña histórica, se refirió a Pedro Ortiz de Zárate, como “un hombre que
tuvo distintas vocaciones, fue padre de familia, descendiente directo del
fundador de la ciudad, y ante un acontecimiento muy trágico como la muerte de
su esposa, reconvirtió su vida al sacerdocio para evangelizar, lo que provocó
un tremendo episodio ocurrido en el abra del Zenta, que terminó en su muerte “.
En
consecuencia, con la bendición del Papa Francisco, que ordenó la beatificación
de los Mártires del Zenta, se celebró, tanto en la ciudad de Orán, como en San
Salvador de Jujuy este acontecimiento tan significativo. En este sentido, el
Intendente reconoció también que Pedro Ortiz de Zárate tiene un vínculo directo
con la capital jujeña, “porque fue alcalde de esta ciudad, tuvo un paso por la
política y fue una persona muy ligada a los derechos humanos, a la integración
de los aborígenes y fundamentalmente de los indigentes en nuestra ciudad”.
Puntualizó que
la beatificación, “hilvana un relato muy importante para la historia de San
Salvador de Jujuy- vivida junto al Gobernador de la Provincia; la feligresía;
obispos que vinieron de distintos puntos del país y el respaldo del Concejo
Deliberante con imposiciones de nombre a algunas arterias de calles muy
importantes, que reconoce muy bien lo que ha significado este hombre, que ha
dejado una semblanza muy importante para la historia y la cultura de la ciudad”.
Al término de
la misa y la bendición de la imagen del beato, se leyeron oraciones que
evocaron aspectos de los pasos que dio en vida Don Pedro Ortíz de Zárate, antes
de convertirse en presbítero de la Iglesia, a saber: la Oración de los Padres
de Familia, la Oración de los Sacerdotes, y la Oración de los Gobernantes, que
fue pronunciada por el intendente capitalino. Finalmente, los obispos, el
gobernador y el intendente, rubricaron un Acta de la Diósesis donde quedó
constancia de este histórico día y la alegría con que el pueblo jujeño recibió
a su primer beato.
Además del
intendente capitalino, asistieron a la misa el gobernador de la provincia,
Gerardo Morales; el vicegobernador Carlos Haquim; el presidente del Concejo
Deliberante, Lisandro Aguiar, entre otras autoridades provinciales y
municipales que se sumaron a cientos de fieles que recibieron con júbilo la
imagen del beato jujeño, que fue bendecida por Monseñor César Fernández y que,
de ahora en adelante, tendrá un sitial y altar propio dentro de nuestra
Catedral Basílica.