Días
agobiantes de calor extremo son los que estamos sufriendo en la mayor
parte de nuestro suelo. El sol parece haberse ensañado con nosotros y
destaca todo su potencial sobre nuestras humanidades indefensas que
absorben como esponja todos los rayos ultravioletas tan perjudiciales
para la salud.
Ese
mismo sol que una década atrás no era tan agresivo, hoy nos está
convirtiendo en huevos dentro de una sartén. Atravesar un día completo
se vuelve una prueba de supervivencia extrema, convirtiéndonos todos y
cada uno de nosotros en atletas en un juego impuesto por la naturaleza,
en el cual deberemos sortear todos los obstáculos e imponer toda nuestra
astucia para poder superar el día a día.
Este
calor es histórico, se sabe por registros que llegó en algunos casos
casi a tocar un tope de 50 grados bajo la sombra. Muchos hablan de que
esto es cíclico, otros de que es apocalíptico, etc, muchas conjeturas se
tejen alrededor de lo que estamos sufriendo.
Mi
punto de vista es que inevitablemente entramos, desde un tiempo a la
fecha en un “cambio climático irreversible”, muchas pruebas así lo
determinan.
Encima
de todo esto, también estamos sufriendo la impericia de las empresas
prestatarias de los servicios básicos (agua y luz), los cuales deben ser
satisfechos.
Somos
rehenes de estos capitales, a los actuales pagamos en forma religiosa
todos los meses y cada vez que recibimos una boleta, la miramos con
asombro y comenzamos a darle forma a nuestra indignación.
Corremos
al teléfono a hacer el reclamo, ilusionados que si vivimos en un estado
de derecho que se ocupa de suplir la necesidades mínimas seremos
escuchados y resolveremos la situación; gran desilusión cuando el
contestador del teléfono dice: En estos momentos no podemos
atenderlo…deje su reclamo y será atendido…” cuando nos dimos cuenta ya
pasó una semana, sin solución alguna.
Es
un hecho desaprensivo y criminal dejar sin servicios a la población, la
ley debe ser pareja para que no sea rigurosa, por ejemplo si alguien se
atrasa con la boleta, le cortan la luz y para volver a conectarla hay
una serie de ítems que se debe pagar, ojo se paga sin “Chillar”, sin
embargo no se descuentan las tantas veces que nos dejan sin servicio.
Las empresas bien cobran las boletas y no invierten en tecnologías para mejorar el servicio.
No
encontramos en una indefensión total, sin saber dónde recurrir, nadie
brinda soluciones, los representantes del pueblo miran al costado, o
acaso existen dos Argentinas? Una de los festejos y otra que se debate
entre la falta de agua, la falta de luz y la inseguridad?
Propongo
buscar nuevamente dos figuras ya casi olvidadas, al “Aguatero” ese que
se desplazaba a caballo llevando agua en un barril, la que vendía entre
los vecinos, y al “Sereno” que era el encargado de vigilar las calles y
regular la iluminación en horario nocturno, y cada una o dos horas
pasaba su voz a los vecinos “son las once y sereno”.
El
calor nos mata, las empresas juegan a su favor, y el secretario de
Energía de la Nación juega al golf en un barrio privado en Pilar!!! Qué
nos espera?
Pedro Martínez
Conciencia Ambiental Tucumán
concienciambientaltuc@hotmail.com