mar, 27 de julio de 2021 2:40 a. m
TOKIO.- Su debut en un Juego Olímpico no terminó de la
mejor manera. Ayer, Delfina Pignatiello finalizó octava en su serie de 1500
metros -29 sobre 33, en la general- y quedó muy lejos de alcanzar la ansiada
final. Pero la bronca por un desempeño lejos de sus mejores marcas pasó rápido,
según sus publicaciones en redes sociales horas después del mal trago en el
Aquatics Centre tokiota: “Hace un año veía los Juegos como algo imposible. Hoy,
soy olímpica. Un sueño más cumplido, y ya vendrán otros. Gracias Ger Pigna (su
padre) y María Paula Beltrame (su madre), son mi sostén siempre”.
Tras competir en 1500, la nadadora sanisidrense volverá a
decir presente en el imponente complejo el jueves a las 7.22, en la serie tres
de los 800 metros estilo libre. Una serie que también tendrá nombres pesados,
como le pasó el lunes: estarán la china Wang y la australiana Ariarne Titmus
como las grandes favoritas. Pignatiello llega con un tiempo de clasificaicón de
8m24s33/100 (logrado en Francia, en 2019) que la ubica en el puesto 12 de la
lista de inscriptas.
Santiago Filipuzzi |
De todas formas, su rendimiento es por ahora una
incógnita, después de lo que sucedió en los 1500 y de sus dichos sobre su
llegada a Tokio 2020: “Fue una preparación bastante dura, con muchos meses sin
nadar y sin las mismas condiciones que mis rivales. Traté de traer mi mejor
versión a los Juegos, más allá de que no haya salido bien”. En junio del año
pasado, alzó la voz por los efectos de la cuarentena en el deporte y amenazó
con “dejar de nadar”. Explotó tras estar 11 semanas sin poder entrenarse en una
pileta sin ejercicios que repliquen la sensibilidad que necesita un nadador
para prepararse en el agua. Trabajó sobre su estado físico, pero lejos de su
lugar en el mundo.
(c) Agencia EFE