De victimarios a víctimas. Desde el 10 de diciembre y bajo el traje de cordero el Comisionado Miguel Soruco, con el apoyo incondicional de Carolina Moisés persiguen a opositores políticos en Pampichuela. La consigna es adueñarse del pueblo y después de todo el departamento Valle Grande con el tradicional modus operandi del Kirchnerismo, clientelismo y garrote.
Pampichuela es una Localidad de personas trabajadoras
y de bien que desde diciembre se ven gobernadas por un violento de la localidad
de Santa Bárbara. Un traidor que desconociendo su lista política se sumó a las
filas del Kirchnerismo con el cual se siente cómodo y bien identificado.
En la actualidad y con solo cinco meses de gestión, cuenta con numerosas denuncias por malversación de fondos, falsificación ideológica de instrumento público, con la misma modalidad que un ex comisionado de la Localidad de Valle Grande. Hasta el día de la fecha no termina de pagar las becas universitarias, plata que recibió del gobierno provincial, y nunca compro los elementos de seguridad para los trabajadores de convenio con Vialidad de la Provincia. Es un delincuente vestido de monja. Persigue a todo persona que píense políticamente distinto a el, y los quiere obligar con el uso del aparato represor del municipio a votarlo en las próximas elecciones.
Una vocal se atrevió a hacerle un pedido de juicio
político, y es actualmente una perseguida política. Todo esto también con el
apoyo otra vocal Dalmira Zalzar, quien amenaza a los trabajadores con correrlos
del municipio si se ponen en contra de ella y del comisionado.
Pampichuela se ha transformado de ser un pueblo en
crecimiento a una riña política del Comisionado Soruco junto a sus secuaces y
en contra de todo el pueblo que piense distinto.
Las localidades de San Lucas y Santa Bárbara
abandonadas a su suerte, reciben solo el desprecio de la gestión actual.
El Comisionado habla tanto de irregularidades sin
darse cuenta que la mayor irregularidad es su gestión y su trabajo, por algo
serán los constantes cambios de tesoreras y el reclamo de los trabajadores en
tan solo cinco meses. Pero como el resto del Kirchnerismo no se hacen cargo de
sus propias macanas.