Mi intención es presentar a esta Legislatura, señor presidente, un tema que no es agradable, que lastima a toda Sudamérica.
Aparecieron
los vestigios de un colonialismo que creíamos que había desaparecido o había
menguado en su acción de dominar a los países más chicos. El avión presidencial
militar oficial que trasladaba al Presidente del hermano país de Bolivia, Evo
Morales, fue detenido en su circulación por países que no han sabido ejercer su
soberanía y que creo -en mi humilde opinión- que siguen los dictados de los
Estados Unidos. No le permitieron cursar sus cielos y tuvo que detenerse en la
única ciudad que le permitía hacer una parada, en Viena, Austria. Estos países
son: Italia, Portugal, España, entre otros, porque creo que esto debe haber
sido una decisión coordinada y dirigida desde los Estados Unidos. Y me voy a
permitir una licencia: quizás ni el Presidente de Estados Unidos pueda cambiar
el mecanismo accionado de las distintas estructuras de esos países como la CIA y los programas que se han
venido implantando durante muchos años.
El motivo de esta violación, de esta
agresión que humilla no sólo al pueblo hermano sino a todos los sudamericanos y
a todos los pueblos del mundo que deben sentir cosas parecidas a las que
nosotros vivimos y que hoy se encuentran reunidos en el Unasur, en Cochabamba,
todos los países sudamericanos -me imagino- para repudiar esta acción y
establecer un reclamo y que también lo hicieron algunos organismos internacionales
como la OEA, pero
no con todos sus miembros porque Estados Unidos es miembro de la OEA, pero sí su Secretario, el
chileno Insulza, que es el Secretario de la OEA, sacando declaraciones.
Pero esta violación a los tratados
de Viena que establece la libre circulación aún en traslado, en este caso de
los aviones, por todos los cielos sin interrupción y conservando las
inmunidades, en tratados como el de Nueva York de 1.969, que establece la misma
inmunidad y la misma libertad para asistir a convenciones especiales como a la
que asistió el Presidente de Bolivia sobre el gas en Rusia y como la Convención de 1.973
también de Nueva York que establece la libertad de vuelo para todos los que
tengan la acusación de algún delito internacional pero que excluye, porque les
mantiene la inmunidad, a los presidentes y a los embajadores en su tránsito por
terceros países y a los efectos de abastecerse técnicamente y de poder
continuar su viaje hasta su destino con total libertad.
Creemos que esta agresión, señor
presidente, se da a los distintos países que pretenden hoy en el concierto
mundial poder ejercer su soberanía y hacerse respetar. Por eso nosotros estamos
orgullosos desde la
Argentina y de los países que nos acompañan en Sudamérica
cuando en aquel episodio en Mar de Plata no accedimos a poner en el orden del
día el tratamiento de la inclusión en el ALCA y priorizamos la Unasur, priorizamos, más
chiquito, un corazón, una familia más chica en el MERCOSUR; porque nosotros
entendimos que nuestros amigos -después del problema que tuvimos en el sur-,
los únicos que nos van a ayudar y defender van a ser los hermanos sudamericanos
y no los países del norte, porque entendimos que el respeto, la relación con
los demás países debe darse desde nuestra soberanía y que lo único que está por
arriba de nosotros son los pueblos y la Patria, no los otros países; porque denunciamos
en los organismos internacionales que las reglas de los mismos no son para
todos iguales, son para los países más pobres y más chicos.
Por
eso es que no cumplen las resoluciones de la ONU los países que tienen derecho a veto, que se
creen poderosos y que tienen una relación distinta que la que tenemos nosotros
o la que tenemos nosotros con ellos. Por eso no cumplen las resoluciones que
obligan a Inglaterra a tratar el tema de Las Malvinas.
Por
lo que nos ha ocurrido, señor presidente, y lo que está ocurriendo hoy en
Sudamérica, hay que ponerse de pie y decirles que basta con el colonialismo,
que respetemos la no intervención en los países. El motivo de esto parecería
ser que fue por las amistades con otros presidentes y porque le habían dado
asilo a Wikili que fue el anterior que había jaqueado y había sacado algunas
informaciones -Wikili, Bernis- y su relación con estos países, pensaban o sospechaban
que podían darle asilo en el avión presidencial de Bolivia al ex agente de la CIA que había -de alguna
manera- expuesto el plan de interferir en todos los programas a más de 61.000
intervenciones, pero no sólo de los países y de las instituciones sino que
tampoco respetó a sus propios clientes, avanzando también en los derechos
civiles y privados de las personas, interfiriendo su correspondencia a través
de la informática. Aún así y después de estos hechos mantuvieron, los
encargados de la seguridad nacional de Estados Unidos, que esta acción y este
programa PRISM le había permitido interrumpir acciones terroristas, como 10
acciones terroristas en estas 61.000 intervenciones.
Pero
lo que nos trae acá, señor presidente, es que debemos darle fuerza a la postura
nacional que vamos a llevar adelante desde las pequeñas legislaturas de nuestras
provincias sancionando por lo menos una resolución que exprese lo más profundo
de nuestro sentimiento en repudio, como así también la solidaridad con el
pueblo del hermano país de Bolivia.
Por eso voy a solicitarles que me
acompañen los señores diputados en la sanción de una resolución que exprese
este dolor que sufrimos los países sudamericanos y que hoy se debate en
Cochabamba.
Le
voy a acercar una copia para que el Secretario y si los diputados aceptan una
moción de orden en el sentido de apartarnos del Reglamento para incorporar,
tratar y aprobar una resolución para que la hagamos llegar a Relaciones
Exteriores o al Gobierno Nacional nuestro para que le dé fuerza con otras
declaraciones de distintas legislaturas y que sepan que la posición en el
interior de la República Argentina
es tan fuerte como la que se ejerce desde la Presidencia. Muchas
gracias, señor presidente.