Jóvenes de los Pueblos Kolla y Guaraní desarrollan emprendimientos turísticos sustentables en pos de la conservación del yaguareté y la biodiversidad.
22 DE MAYO DE 2021
En el marco del Día Internacional de la Diversidad
Biológica, la Secretaría de Pueblos Indígenas reivindica la cosmovisión y el
papel que históricamente desarrollaron los pueblos indígenas en la protección
del ambiente y la importancia de continuar promoviendo en las juventudes el
protagonismo en el cuidado del Kaa y de la Pachamama, tal como lo hacen jóvenes
de comunidades aborígenes de Valle Colorado y El Bananal emprendiendo proyectos
de turismo de naturaleza orientados a la conservación del yaguareté con el
apoyo de la Fundación Biodiversidad Argentina.
Un grupo de más de treinta jóvenes de los Pueblos Kolla y
Guaraní pertenecientes a comunidades aborígenes de El Bananal y Valle Colorado
se encuentran desarrollando emprendimientos turísticos sustentables como parte
de una capacitación en Anfitrión Turístico Local con Orientación en Turismo de
Naturaleza. Tal capacitación surge de un proyecto de conservación del yaguareté
ejecutado por la Fundación Biodiversidad Argentina con fondos del Programa
Pequeñas Donaciones del Fondo Mundial para el Medio Ambiente.
La implementación de la capacitación cuenta con el
acompañamiento del Ministerio de Cultura y Turismo, del Consejo de
Organizaciones Aborígenes de Jujuy (COAJ), del Municipio de Yuto, de la
Fundación Fructuoso López, de la Comunidad Aborigen APG El Bananal, de la
Comisión Municipal de Valle Colorado, así como también de mburuvichas y
comunero de las respectivas comunidades y del Ministerio de Desarrollo Humano,
a través de la Secretaría de Pueblos Indígenas, que busca promover en las
juventudes acciones protagónicas en el cuidado del equilibrio en la diversidad
biológica de la flora y fauna en los territorios de las comunidades aborígenes,
como lo hicieron las y los ancestros con los animales con fuerte representación
en la cosmovisión indígena y con las plantas con las que practicaban la
medicina ancestral.
El motivo por el cual la Fundación Biodiversidad Argentina
se encuentra trabajando con jóvenes aborígenes de esas dos comunidades, es
porque tanto El Bananal como Valle Colorado se encuentran en la zona sur del
Corredor Calilegua-Baritú, lugar hábitat del yaguareté, que se encuentra en
peligro de extinción, donde a veces tiene contacto con los pobladores en el
desarrollo de su actividad rural.
En Argentina actualmente sólo habita en tres subpoblaciones
(yungas, chaco y selva misionera), y en las yungas salto-jujeñas se encuentra
la mayor subpoblación con estimación de tamaño poblacional de ciento cincuenta
ejemplares, lo que señala que está en una situación crítica ya que representa
un número muy bajo para una especie tan grande que requiere amplios territorios
para poder sobrevivir.
En el día de la Diversidad Biológica resulta fundamental
entender que el yaguareté es una especie clave para la estabilización de los
ecosistemas en los que habita, ya que al ser un supe predador regula las
poblaciones de las especies que captura como presa. En tanto que para los
pueblos indígenas, el yaguar (fiera en Guaraní) o uturunku (en Quechua) es un
animal sagrado protector de la espiritualidad y guardián del kaa (monte) que
convive en equilibrio con las prácticas de los pueblos.
Al respecto, Carlos Trucco, biólogo de la Fundación Biodiversidad, explicó que la capacitación surgió como resultado de buscar alternativas productivas para la gente que habita en la zona del corredor, armonizando la actividad económica con la conservación de la naturaleza y compatibilizando la conservación con el desarrollo local. “En este caso, por las características de la selva y del entorno a estas comunidades hemos decidido que una alternativa muy viable era la actividad turística concebida como turismo rural comunitario gestado y pensado desde la comunidad y gestionado en forma conjunta, en el marco del respeto que tienen las comunidades hacia la naturaleza”, señaló.
“Las y los jóvenes capacitados podrán emprender proyectos de
turismo sustentable -continuó Trucco-, y así ser divulgadores del cuidado hacia
la naturaleza a través de su actividad como Anfitriones de Turismo ya que una
de las principales amenazas que tiene el yaguareté actualmente es la pérdida de
hábitat; y creemos que a partir de la revalorización del monte por parte de
los/as jóvenes va a permitir que la pérdida de hábitat disminuya a mediano
plazo y eso favorezca la merma del acelerado deterioro de la población del
felino”.
Por último, respecto a la decisión de trabajar con jóvenes
comunidades aborígenes, Trucco consideró que “las comunidades indígenas tienen
un vínculo muy fuerte con la naturaleza por una dependencia espiritual con el
medio ambiente; es muy importante el rol que ellas juegan por ese vínculo” que
fortalece la biodiversidad. Por su parte, Soledad De Bustos, a cargo de la
administración de la Reserva Privada El Pantanoso, que se encuentra a 20 km. de
El Bananal, puntualizó que la Fundación Biodiversidad está enfocada en
conservar la vida silvestre de la naturaleza, preocupada por la situación del
peligro crítico de extinción del yaguareté, por lo que se diseñó esta
capacitación que brinda el protagonismo a las juventudes, siendo la primera que
se implementa en el NOA.
Contextualizando, De Bustos detalló “desde la Fundación
Biodiversidad aplicamos a un financiamiento del Fondo Mundial para el
Medioambiente, que financia proyectos con el foco puesto en el yaguareté, así
que pensamos en armar el relevamiento poblacional del yaguareté en las yungas
por un lado, y por el otro, trabajar con estas dos comunidades locales que
están en contacto con la especie y darles una alternativa de beneficiarse de la
naturaleza que les rodea, incluido el yaguareté; donde sumamos al Ministerio de
Cultura y Turismo que nos brindó el apoyo pleno al proyecto y a la Secretaría
de Pueblos Indígenas que se hizo cargo de un módulo poniendo en valor la
cultura de cada una de las comunidades con las que vamos a trabajar”.
En referencia a la importancia del felino para la
biodiversidad, la bióloga precisó que “el yaguareté es un depredador tope que
regula la abundancia de las especies presa; si desaparece el yaguareté se
produce un desequilibrio en el Ecosistema que directamente nos afecta como
seres humanos; por lo que nuestra idea es conservar tanto al depredador tope
como las especies intermedias y al bosque que brinda el hábitat para que estas
especies sobrevivan”.
“Aunque el yaguareté suele ser una especie muy temida por la
gente, para los guaraníes es muy respetada; pero por miedo algunas personas lo
cazan o porque depreda el ganado y sumado a la pérdida de hábitat, esa es la
principal amenaza que está sufriendo a lo largo de toda su distribución”,
indicó De Bustos y concluyó afirmando que “nuestro trabajo como biólogos/as en
la conservación es enfocarnos en los pocos que quedan en las yungas”.