El Intendente de San Salvador de Jujuy, Raúl “Chuli” Jorge,
elevó al Concejo Deliberante un proyecto de ordenanza mediante el cual propone
imponer el nombre de “Papa Francisco” al tramo de la
Ruta Nacional Nº 9 comprendido entre el límite con
el Departamento de San Antonio, determinado por el Río Los Alisos y la
Nueva Terminal de Ómnibus, en el acceso sur de la
ciudad.
La iniciativa se asiente sobre el hecho de brindar “un
justo reconocimiento a la elección del Cardenal Argentino Jorge Bergoglio como
sucesor de Benedicto XVIº, un hecho relevante en términos históricos para el
país y Latinoamérica”.
En la misiva elevada al presidente del cuerpo legislativo,
CPN, Carlos Alberto Sadir, el Intendente Jorge sostiene que “la elección
de un latinoamericano implica que la Iglesia
Católica comienza a asumir que su futuro pasa
más por América Latina que por Europa, donde ya casi la mitad de los católicos
viven en esta parte del mundo y en un par de décadas serán cerca de dos tercios
por el crecimiento demográfico de la región y la baja natalidad que
registran los países más católicos de Europa”.
“Este hecho histórico para la
Argentina coincide con un tiempo en el que la humanidad busca una renovación
espiritual a través del regreso a convicciones que ofrezcan un camino y una
ética basada en la sencillez, el diálogo y el amor al prójimo, entre otros
valores esenciales”.
Indica más adelante que “en el marco de una sociedad marcada
por la indiferencia y el enfrentamiento, desde Roma llega un mensaje distinto,
donde el Papa elige como símbolo a uno de los santos más pobres y humildes, más
cercanos a la gente y al espíritu evangélico como San Francisco de Asís”.
“En todo el mundo -sigue-, se recuerda su preferencia por
una vida austera, sus visitas en colectivos a las villas, comedores y
hospitales, su profunda vocación de servicio y su preocupación por los
trabajadores esclavos y por la droga que hace estragos a nuestra juventud”.
Finalmente, el titular del
Ejecutivo Municipal resalta que “su tono sereno y tranquilo, alejado de toda
estridencia, y la familiaridad con la que habla a la gente, lo muestra no como
un poderoso sentado en el trono de Roma, sino como un cura de pueblo que llegó
al Vaticano”.