Para el Presidente de la Cooperativa Unión Bus, Rodolfo Severich, la
falta de seriedad de parte del municipio capitalino es la base de las
problemáticas que aquejan al sector del transporte público de pasajeros en San
Salvador de Jujuy. Una deuda de medio millón de pesos impagos por el Boleto
Estudiantil Gratuito y Universal (BEGU); la licitación que tardó cerca de 10
años en realizarse y para la cual, los pliegos ya han sido superados por la
realidad diaria y hoy serían letra muerta; multas fantasmas, persecuciones de
todo tipo, y una constante falta de diálogo, forman parte del modo de trabajo
de la municipalidad que durante una década no pudo acercar una solución
definitiva más allá de los parches para sostener un sistema a punto de
colapsar.
“La gratuidad no es mala para la
gente que lo necesita pero tendríamos que haber hecho un planteo serio para que
no sea un manchancho” afirmó Severich respecto de la aplicación del tan
mediáticamente anunciado BEGU.
El Presidente de la Cooperativa
Unión Bus, una de las empresas que luego de la caída del sistema de transporte
público de pasajeros en Jujuy le hicieron frente a la problemática, brindó una
entrevista, visiblemente cansado por el desmanejo que muestra el municipio de
la capital y que es muchas veces acompañado por un Consejo Deliberante
cómplice.
“Me parece bárbaro que se atienda a
la gente que lo necesita pero no el hacer una cosa sin un estudio previo”
señaló, dando a entender que el lanzamiento del promocionado Boleto Estudiantil
Gratuito fue más que nada una medida electoralistas ya que no se previeron los
alcances negativos de la misma para las empresas que actualmente están cargando
con el peso de una decisión políticamentedemagógica.
“El problema es que no estamos
teniendo el pago del BEGU” dijo, indicando que la deuda que el municipio
mantiene con su empresa, asciende a más de medio millón de pesos. “Hoy tengo
casi 600 mil pesos en deuda y tengo que pagar sueldos y me veo en la
imposibilidad de hacerlo” manifestó Severich, explicando que “desde que se
implementó el BEGU no hemos recibido nada”.
“No es por tirar bombas, a mí no me
interesa el beneficio ni el perjuicio político pero me parece que el fin no
justifica los medios” subrayó, al tiempo que expresó que tuvieron que pedir
ayuda y préstamos para el pago de los sueldos del corriente mes ante la falta
de pagos de la municipalidad y principalmente “porque no se puede usar de
fusible a los empleados”.
El titular de Unión Bus remarcó que
“creo que nos tenemos que sentar porque espero que en lugar de tratar de
arreglar las cosas después de esto no vengan los palos como generalmente ha
pasado” dijo, haciendo referencia a las persecuciones que sufrió su empresa
cada vez que tuvieron diferencias con el Ejecutivo municipal, cuestión que los
mantiene en vilo y “con miedo, el miedo de una empresa como la nuestra que está
esperando las reacciones que tenga el gobierno municipal”, porque “si esto
continúa hay un posible, no sé si quebranto pero si una situación demasiado
incomoda en la parte financiera de la empresa”.
“Con el BEGU no se nos escuchó”
afirmó, dejando en claro que previo a la implementación de esa medida, por lo
menos desde Unión Bus, se solicitó un mayor tiempo de estudio o más profundidad
en el mismo ya que ellos preveían en ese entonces, los problemas que finalmente
hoy están sufriendo.
En cuanto a la situación del resto
de las empresas que forman parte del transporte urbano de pasajeros, Rodolfo
Severich aseguró que “yo soy el que está reclamando, no estoy a nivel de hablar
por los demás sino por el dolor que nosotros estamos sintiendo”, aunque hizo
hincapié en que supone que el resto de las prestatarias del servicio se
encuentran en la misma situación, “pero si alguno no ha reclamado capaz que
tenga algún tipo de arreglo o algo con ellos, no tengo la menor idea” dijo,
sorprendido de ser el único en hacer un reclamo público y cansado de no obtener
respuestas mediante los mecanismos institucionales.
El empresario dejó entrever también
las presiones que sufren desde el municipio capitalino diciendo que “cuando no
te llevas bien con ellos empiezan los ataques y mandan a los ‘zorros’, porque
si me depuras la deuda que me reclaman, casi el 50% proviene de ese tipo de
cosas y boletas fantasmas”definió, al tiempo que se
preguntó: “cómo puede ser que una parte del Estado ayude para que la gente a la
que le prestas el servicio pueda viajar a un tipo de tarifa y de otro lado
pongan palos en la rueda” dijo, refiriéndose a los subsidios que reciben del
Estado nacional para afrontar los costos del combustible en contraposición con
la postura de la municipalidad.
“Después de esto van a empezar los
ataques pero no podemos dejar que nos atropellen así porque la plata no aparece
y estamos nosotros en el medio y no sabemos que hacer” expresó.“Siempre nos
hacen quedar como los malos de la película cuando somos simplemente laburantes,
trabajamos día a día para pagar los sueldos, los impuestos y los insumos para
seguir operando”.
Por otra parte, Severich remarcó
una vez más que sería necesario postergar el llamado a licitación,
particularmente porque “el pliego en vigencia es extemporáneo ya que no
contempla ciertas cosas y por eso hemos pedido un aplazamiento o un rearmado
para no terminar en algo equivocado que dañe el transporte”.
Sobre las razones que justificarían
este pedido, explicó que por ejemplo, en el pliego actual, “el tema del BEGU no
está contemplado, hay que contemplar la nueva terminal ya que no hay recorridos
planificados para ello, tampoco el tema de los salarios porque hubo varias subas
de los mismos que deberían contemplarse”.
“Ha cambiado la realidad en cuanto
a lo que está escrito en este pliego y creo que es valedero el sentarse y
rearmarlo, porque no es un capricho; queremos una licitación más transparente y
que realmente lleve el beneficio para el usuario y blanquear situaciones para
que la licitación lleve tranquilidad, seguridad y mejoras al sistema” aseguró,
reafirmando que “la realidad ha superado completamente al pliego, necesitamos
sentarnos y reverlo. Sería irremediable seguir adelante en forma necia y no
entender que la realidad ha superado lo que estaba escrito”.
“Aquí tiene que darse una mejora contundente
en cuanto al servicio porque esa es la idea de una licitación” dijo, indicando
que “tenemos el tiempo, se debe trabajar con más humildad, no porque yo sea un
colectivero no me van a dejar opinar” refirió, recordando que “Unión Bus fue la
primera empresa en comprar el pliego” pero la más castigada por las críticas
que realiza, concluyó.