Dormir con el corpiño puesto, usar antitranspirante, tomar anticonceptivos y otros tantos hábitos generan temores sobre su posible relación con el cáncer de mama. Las respuestas a las dudas más recurrentes en el consultorio de los especialistas |
El cáncer de mama, que afecta principalmente a mujeres de entre 45 y 70 años de edad, es el tumor más frecuente en la mujer. En Argentina se detectan entre 15 mil y 20 mil nuevos casos por año (en promedio 2 nuevos casos por hora, según los datos más recientes del Ministerio de Salud) y, detectado a tiempo, es un tipo de cáncer que presenta un elevado nivel de curación.
Es por esa razón que se pone especial énfasis en la importancia de los controles periódicos mediante la visita al médico, la realización de mamografías y ecografías y el autoconocimiento de las mamas, para poder notar cambios y signos de alerta. Si bien no se conocen concretamente las causas de la enfermedad, existen algunos mitos alrededor de algunos hábitos que podrían "provocar" cáncer que generan dudas, y que luego son planteadas de manera recurrente en el consultorio de los especialistas. Pero ¿hay evidencia científica que respalde estos rumores? Las más comunes:
– Prótesis mamarias: En la actualidad, se considera que entre 5 y 10 millones de mujeres de todo el mundo son portadoras de implantes mamarios, por lo cual, es una duda muy presente en los consultorios, aludiendo en la mayoría de los casos a la supuesta conexión entre las prótesis mamarias y el cáncer de mama.
El uso de implantes mamarios no obstaculiza el diágnostico o tratamiento del cáncer de mama (iStock)
"Está demostrado que las prótesis no generan cáncer", señaló a Infobae la doctora Maria Eugenia Azar (MN 80736), mastóloga, miembro de la Sociedad Argentina de Mastología y el departamento de Mastología del Instituto Angel H. Roffo. "No hay estudios que demuestren que el diagnóstico sea más tardío en una paciente por tener prótesis mamarias. Si bien no es exactamente lo mismo -porque hay que hacer incidencias especiales por la presencia de la prótesis- no ha sido demostrado, tampoco que haya problemas en el tratamiento por la presencia de la prótesis".
No obstante, según Eduardo González, vicepresidente de la SAM: "Toda paciente que va a ser sometida a una cirugía de colocación de prótesis por motivos estéticos, debe -previamente a la intervención- hacer la consulta correspondiente con su mastólogo, y de acuerdo a esta evaluación, realizar los estudios mamarios complementarios al examen clínico que corresponda".
– Corpiños: Totalmente falso. Está probado que ningún tipo de corpiño puede provocar la aparición de un tumor. "Si hablamos específicamente, de los corpiños con aro, estos pueden provocar algunas molestias o dolor en el límite inferior de la mama si están muy ajustados pero esto no ocasiona ningún cambio en el tejido mamario", indicó la doctora Diana Montoya.
Por otra parte, los corpiños con encaje o bordados pueden irritar la piel pero nunca producir una enfermedad maligna en el pezón. Dormir con el corpiño puesto, si bien es desaconsejado por la incomodidad, tampoco favorece la aparición de cáncer. "La elección del corpiño correcto debe basarse en la comodidad, la estética y el gusto personal, pero siempre con la tranquilidad de saber que ninguna de estas opciones pone en peligro la salud de nuestras mamas", concluyó Montoya.
Ningún tipo de corpiño puede provocar daños en el tejido mamario más allá de lo superficial o provocar cáncer (iStock)
– Antecendentes genéticos: El 85 por ciento de los cánceres de mama es esporádico. Esto quiere decir que la mayoría de las pacientes que presentan la enfermedad no tienen familiares directos con antecedentes de cáncer de mama.
– Desodorantes y antitranspirantes: Otra de las grandes preocupaciones en el consultorio. "Los desodorantes, pueden irritar la piel de la axila, provocar a lo mejor alguna inflamación ganglionar, si irrita mucho la piel, pero de ninguna manera son capaces de generar cáncer por sí solos", indicó la doctora Azar. Si bien circuló mucha información acerca de las partículas que contienen los antitranspirantes y su posibilidad de tapar los poros en las axilas esto puede tener un efecto en la piel de las axilas pero nunca en el tejido mamario.
– Ausencia de síntomas: El cáncer de mama es una enfermedad indolente. En sus estadios iniciales no produce síntomas, por eso es fundamental la mamografía, que permite ver lo que aún no se puede sentir. Si se detecta el tumor en esta instancia temprana, la enfermedad alcanza su máximo nivel de curación.
– Las mamas pequeñas tienen menos riesgo: Falso. De ninguna manera el tamaño de las mamas condiciona la incidencia del cáncer.
– Uso de anticonceptivos o tratamientos hormonales: Según los especialistas de la Sociedad Argentina de Mastología, los anticonceptivos hormonales no aumentan significativamente el riesgo de cáncer de mama, por lo que no son desaconsejados.
El uso de desodorantes y antitranspirantes no beneficia la aparición de un tumor (iStock)
Sin embargo, para las mujeres que ya tuvieron o tienen cáncer de mama, no se pueden tomar anticonceptivos hormonales porque los riesgos son más que los beneficios. En ese caso, deben buscarse métodos alternativos de anticoncepción. De la misma forma, los tratamientos de fertilidad en general tampoco estarían contraindicados.
En el caso de la mujer que tenga o haya tenido cáncer de mama y desee realizar un tratamiento de fertilidad, deberá consultar al médico especialista a los fines de obtener las mejores respuestas a sus dudas y seleccionar los tratamientos que sean más adecuados para ella. Es decir, aquellos que producen el menor incremento estrogénico.
El tratamiento hormonal de reemplazo (THR) con el que algunas mujeres buscan paliar los efectos secundarios de la menopausia, aumenta el riesgo de padecer cáncer de mama, por lo que están contraindicados en pacientes que tuvieron o tienen cáncer de mama. También deberían evitarse en
aquellas mujeres que pertenecen a grupos de alto riesgo (mujeres que presentan mutaciones en los genes BRCA1- BRCA2).
– Amamantar para evitar el cáncer: Falso. Tener hijos antes de los 30 años y dar de amamantar están en relación con la disminución del riesgo, pero no garantizan la no aparición de la enfermedad.
A pesar de que es importante conocer los mitos, teniendo en cuenta la incidencia de la enfermedad en mujeres a partir de los 40 años, es importante mantener un diálogo fluído con el profesional mastólogo para despejar dudas y evitar la desinformación sobre el cuidado de la salud mamaria. Frente a otro tipo de patologías, el cáncer de mama cuenta con la ventaja de poder ser diagnosticado de manera precoz a través de la mamografía y, de este modo, comenzar un tratamiento que obtiene un alto porcentaje de curación y excelentes resultados estéticos.