UNJu:Comunicación Pública de la Ciencia: "Evaluación del contenido de sodio en alimentos y sus riesgos para la salud"

 La Dra. Norma Samman, Dra. Sonia Calliope y Dr. Julio Rueda, docentes e investigadores de la Facultad de Ingeniería (FI) de la Universidad Nacional de Jujuy (UNJu) e integrantes de uno de los grupos de investigación de la Unidad Ejecutora Centro Interdisciplinario de Investigaciones en Tecnologías y Desarrollo Social para el NOA (CIITeD), dependiente del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), desarrollaron la Charla "Evaluación del contenido de sodio en alimentos y sus riesgos para la salud". La misma tuvo lugar en la Facultad de Ingeniería de la UNJu el día 22 de junio del corriente año en el marco de la Semana Provincial de la Ciencia y la Tecnología organizada por la Agencia de Ciencia, Tecnología e Innovación de la provincia de Jujuy.La Dra. Sonia Calliope nos explica que el proyecto se lleva adelante desde el año 2010 con una activa participación en otros proyectos de carácter nacional e internacional dado el interés generado sobre la temática. “Desde hace varios años organismos internacionales de salud como la OMS y la FAO vienen alertando a los gobiernos y a la población mundial sobre las consecuencias negativas en la salud del consumo excesivo de sal”, advierte y por lo cual trabajan en la formulación de estrategias y recomendaciones para su reducción. 

RS: ¿En qué consistió su exposición?

“Desde el grupo quisimos visibilizar el consumo de sodio que aporta a nuestra dieta grupos de alimentos industrializados y de consumo habitual bajo 3 categorías (alimentos de venta callejera, fast food y artesanales) y ahora le explico bajo qué contexto:

Argentina, fue uno de los países pioneros en la implementación de políticas públicas para la reducción de sal en los alimentos, desde el año 2011 ejecutó el Programa “Menos sal más vida” en el que los organismos nacionales que intervienen en salud, acordaron con el sector industrial de alimentos, un convenio marco para reducción voluntaria y progresiva de sodio en alimentos procesados, priorizando cuatro grupos de alimentos procesados cárnicos y sus derivados, lácteos, farináceos y sopas. Y también abarcó a los productos panificados obtenidos en panaderías artesanales (tema que analizó el Dr. Rueda). Durante los primeros años de la implementación de la ley, la adhesión de las industrias alimentarias fue progresiva y voluntaria, muchas empresas alimentarias implementaron la reducción de sal en sus productos, pero los resultados de nuestros análisis nos demostraban que aún así, el aporte de estos grupos de alimentos seguía siendo altos.

Por otro lado, analizamos muestras de 3 categorías definidas bajo encuestas a consumidores (artesanales, de venta callejera y tipo fast food) que eran de consumo habitual para ellos. Estas categorías de alimentos son productos no regulados, que dependen de las prácticas y costumbres de los elaboradores, lo que contribuye al desconocimiento de los niveles de sodio que su consumo aporta a la dieta. Estos alimentos listos para el consumo requieren de mínimos procesos de elaboración que por lo general  usan ingredientes obtenidos en la zona, y otros productos de origen industrial, para preparar una variedad de alimentos tanto dulces como salados, producidos en casas particulares o en algún establecimiento, y que son comercializados generalmente en puestos callejeros o ferias de alimentos.

En estas categorías de alimentos no existe una normativa provincial ni nacional que regule la cantidad de sal que deben usar los manipuladores a la hora de preparar los alimentos, por lo que su preparación queda a criterio de cada elaborador, según las costumbres y hábitos de consumo de la zona. Cabe mencionar que la venta de alimentos en la vía pública está contemplada en el C.A.A. siempre que se cumpla con las condiciones higiénico sanitarias. Y los resultados obtenidos tampoco fueron muy alentadores, se encontró un contenido de sodio muy alto en los distintos grupos de alimentos.”

RS: ¿Cuál es la aplicabilidad de esos conocimientos y/o los resultados alcanzados?

“Según los resultados obtenidos, lo que pretendemos es concientizar a la población y por ende al elaborador de alimentos. Creemos que es sumamente importante informar y propiciar capacitaciones en temas referentes a la alimentación saludable.”

RS: ¿Qué aspectos específicos le parece que deberían quedar fijados en la ciudadanía al respecto?

“Que tratemos de mantener una dieta saludable, que disminuyamos el consumo de sal/sodio, ya que nuestro cuerpo necesita muy poca cantidad para garantizar las funciones metabólicas en un adulto. Cabe recordar que la OMS recomienda tan solo 5 g de sal al día que son aproximadamente 2400 mg de sodio, y que nuestro consumo excede los 12 gr diarios, lo cual es importante que la población tome conciencia para evitar los riesgos de salud que ello implica.”

RS: “¿Sus investigaciones están siendo utilizadas en la producción concreta de algún sector actualmente?

“Aún no, pero esperamos que nuestros resultados aporten a los organismos pertinentes a fin de que puedan generar políticas y programas de concientización que contribuya a disminuir la ingesta de sodio en la población.”

RS: ¿Desde su perspectiva, cuál es el valor de este tipo de encuentros de socialización de su investigación?

Es sumamente valioso ya que la población puede ver qué estamos haciendo desde la Universidad en temas referentes a la alimentación y otros temas que también se están desarrollando desde el grupo de investigación, y que nuestro trabajo aporte a las demás áreas y organismos para que se pueda seguir informando y educando a la población. 

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Periodista: huellas de jujuy

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