Casi un centenar de trabajadores
municipales de Monterrico denunciaron al intendente municipal, Nilson Ortega,
por la realización de descuentos compulsivos bajo la eufemística figura de
“Contribución Solidaria”.
La denuncia se concretó durante una
asamblea realizada en esa localidad. Mientras se desarrollaba el encuentro con
miembros de la nueva comisión directiva, los trabajadores consultaron sobre un
descuento que practica la intendencia bajo el concepto de “Contribución
Solidaria”. Ante el estupor de la dirigencia del SEOM, considerando que a todas
luces se trataba de un descuento irregular, se empezó a indagar entre los
compañeros desde hace cuánto les descuentan y cuántos eran los afectados. Nos
dimos con la sorpresa de que los compañeros perjudicados por ese descuento
compulsivo eran casi un centenar y en algunos casos el descuento era practicado
y figuraba en sus recibos desde hace 6 (seis años).
Al hacer los cálculos sobre este
concepto arbitrario, inferimos que el porcentaje descontado mensualmente es del
5% sobre el total del sueldo percibido. Por ejemplo, compañeros que cobraban
2.000 pesos tenían un descuento de 100 pesos mensuales.
Al darnos con esta información, nos
pusimos en contacto con el actual intendente Nilson Ortega, y le exigimos que
suspenda de manera inmediata ese descuento que no tenía ni tiene el
consentimiento de los compañeros, convirtiéndose en compulsivo a todas luces.
Ortega, como si estuviese refiréndose a un trámite administrativo más,
respondió que “entreguen la nota por Mesa de Entradas y se lo va a suspender
enseguida”, a lo que contestamos que hay compañeros que presentaron esa nota
pidiendo la suspensión y como respuesta han tenido una merma en el descuento,
pero no la eliminación del mismo (por ejemplo, de 100 pesos, pasaron a
descontarles $50).
Pasando por encima este detalle, le preguntamos
a Ortega cómo es posible que les descontaran de manera arbitraria ese
porcentaje, a lo que respondió balbuceando que “no era tan así, que había un
consentimiento de la mayoría” y además que durante el año a los compañeros se
les devolvía esos aportes manifiestamente irregulares con supuestas
“gentilezas” o “ayudas”.
Ortega, según sus eslóganes de
gestión, es uno de los intendentes “más peronistas”. Nosotros le preguntamos:
¿Los descuentos compulsivos son parte de la justicia social? Nosotros creemos
que no; son un agravio a la justicia social y a las banderas que usted, como
justicialista, dice enarbolar. ¿A Nilson Ortega le gustaría que le descuenten,
todos los meses, dinero de su sueldo, sin preguntarle, sin haber dado su
consentimiento?
Finalmente,
comunicamos que se van a realizar presentaciones legales a la intendencia de
Monterrico para que cesen de manera definitiva los descuentos compulsivos y
para que el pícaro de Ortega reintegre esos dineros mal recaudados a los
compañeros que no dieron su consentimiento.