Hoy es el aniversario del "Zárate" 24 años de servicio y hacemos homenaje desde Gaceta Marinera con uno de sus tripulantes Cabo Primero Diego Sebastián Juárez de San Salvador de Jujuy

 “Cada día estoy más convencido con la decisión que tomé al ingresar a la Armada”  

30.03.2023. Desde adolescente, Diego Sebastián Juárez tenía decidido su ingreso a la Armada Argentina; hoy con 26 años, está orgulloso de su carrera. Es Cabo Primero de Mar y se encuentra destinado en el multipropósito ARA “Ciudad de Zárate”, que cumple 24 años desde la afirmación de su pabellón.  

Buenos Aires - Oriundo de San Salvador de Jujuy, desde chico Diego Juárez sintió curiosidad por los barcos y el mar. Su contacto con la Armada Argentina fue a través de su tío Felipe, quien lo motivó a ingresar a la Escuela de Suboficiales de la Armada (ESSA).  

“Mi tío, que ya se retiró, me apoyó en la decisión. Recuerdo que finalizando la secundaria averigüé por internet cómo realizar los trámites para incorporarme y por suerte, me fue muy bien en los exámenes”, introdujo.     

Sus padres y hermanos al igual que él, están contentos y orgullos de la profesión que eligió. “Toda mi familia estaba feliz, les comenté como era el proceso de ingreso y el tiempo que tenía que estar en la ESSA para egresar con la especialidad que quería. Siempre sentí el apoyo de todos”, admite.  

Diego finalizó sus estudios primarios en la Escuela N° 432 "República Francesa" y los  secundarios en la Escuela Provincial de Comercio N° 3 "José Manuel Estrada" en San Salvador. “Cada vez que regreso a mi tierra me encuentro con mis amigos, y uno de ellos decidió ingresar a la Armada también”, cuenta.  

En el 2016 viajó desde el noroeste del país a la Base Naval Puerto Belgrano, al sur de la provincia de Buenos Aires, para presentarse en la ESSA. “En el viaje, conocí jóvenes de otras localidades y recuerdo que estábamos nerviosos, pero cuando llegamos todo cambió”, reconoce Diego.  

Recuerda su primer día cuando formaron a todos en la Plaza de Armas de la Escuela, les dieron la bienvenida y luego pasaron por la peluquería. “Me presenté con el pelo corto, pero igual tuve que ir porque estaba largo”, dice entre risas. Al otro día, comenzó su formación militar.  

De su paso por la escuela valora los hábitos adquiridos y destaca el cambio de vida que se produce al ingresar a una institución militar: “Teníamos horarios que cumplir y reglas de convivencia, aspectos que contribuyen a la formación y en lo personal me ayudó para el manejo diario. Fue una linda experiencia de 2 años donde mi único objetivo era recibirme”. 

Su especialidad: entre nudos marineros y amarras  

El joven marino de Jujuy egresó con la especialidad de Mar en diciembre del 2017 y su primer destino fue a bordo del aviso ARA “Francisco de Gurruchaga”: “Si bien estuve por unos meses, allí empecé a afianzar mis conocimientos profesionales; luego me trasladaron a la lancha rápida ARA ‘Indómita’”.  

Admite que siempre le gustó su especialidad, aunque también tenía en mente Electricidad y Control Averías: “Disfruto trabajar en los botes, hacer los nudos y estar atento a las maniobras con amarras. En la ESSA me gustaba ir al Taller de Marinería, un espacio donde aprendí mucho del trabajo que hoy me toca hacer”.  

En la “Indómita” tuvo buenas experiencias. “Aprendí de pintura, mantenimiento, maniobras y amarras, me resultó más fácil aprender con la práctica y con mis compañeros que me explicaban como cumplir mis funciones”.  

Hacia finales del 2018 un nuevo destino le fue asignado: la fragata ARA “Libertad”. “Jamás pensé que me podía tocar el buque escuela de la Armada. En cuanto me avisaron quería embarcar ya porque la conocía por fotos y había leído mucho sobre los viajes realizados; era algo lejano por mi jerarquía”, expresa.  

“Me recibieron muy bien; fue una sensación muy linda. Desde el primer día, todos me ayudaron a llevar adelante las tareas porque hay muchas maniobras a realizar en la fragata. Todo el tiempo estás ocupado; no hay forma de aburrirse”, comenta.  

De su paso por la fragata reconoce que subir a los palos y desplegar las velas fue lo que más le gustó: “Desde arriba el buque ofrece una vista diferente. Nunca tuve problemas con la altura, pero cuando se sube hay que ser muy responsables con la seguridad”.  

De su viaje, el XLVIII Viaje de Instrucción, el Cabo Segundo Juárez recuerda cada uno de los países que visitó y admite que le gustaron todos: “Jamás pensé en dar la vuelta al mundo, y aproveché para recorrer cada lugar, conocer la cultura, las comidas; y eso no tiene precio”.  

Recuerda que cuando finalizó el viaje, estuvo presente su familia que había viajado desde San Salvador de Jujuy, recorriendo más de 1.900 kilómetros para recibirlo: “Cuando ingresamos al puerto de Mar del Plata, estaba como gaviero en el Palo Mayor de la fragata y no podía verlos, aunque sabía que mi mamá y mis hermanos estaban entre el público. El buque escuela amarró, pude desembarcar y abrazar a mi familia. Había mucha gente, fue emocionante porque estaban las familias de todos mis compañeros”.  

Destinado en un multipropósito  

Su actual destino, en el multipropósito ARA “Ciudad de Zárate” (MPCZ) se concretó a fines del 2020. La unidad es parte de la Escuadrilla de Ríos de la Armada, tiene asiento en el Apostadero Naval Buenos Aires y hoy 30 de marzo cumple 24 años desde la afirmación del pabellón nacional.  

A partir de 1999 el buque multipropósito ha realizado diversas misiones tales como campañas sanitarias fluviales, apoyo a la comunidad durante inundaciones, control sanitario de habitantes isleños, reaprovisionamiento de víveres, balizamiento, instrucción de cadetes y aspirantes de institutos de formación de la Armada Argentina y nacionales.  

Cabe destacar que en las campañas sanitarias es de vital importancia el transporte por los ríos, ya que en muchos casos el acceso a las islas ribereñas sólo es posible a través de embarcaciones fluviales como el multipropósito ARA “Ciudad de Zárate”.  

Se destacó también la participación de la unidad en la Operación General Belgrano I y II durante la pandemia por el coronavirus COVID-19, en la que distribuyó alimentos, elementos de limpieza y llevó a cabo control sanitario de las poblaciones alejadas de centros urbanos, entre otras tareas.  

El marino jujeño contó que lleva 3 años de permanencia en el MPCZ y entre sus anécdotas a bordo del “Zárate”, destacó su participación en el ejercicio fluvial combinado Acrux X del 2020 junto a las Armadas de Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay. El ejercicio tiene el objetivo de poner en práctica la interoperabilidad de las Fuerzas intervinientes en un marco de cooperación regional, donde se realizaron actividades de control del tráfico fluvial y respuesta ante incidencias, en una zona del río Uruguay donde conviven intereses comunes a estos países.  

“En el multipropósito ya nos conocemos todos y siento que es más familiar que otros destinos, además la navegación por río es diferente a la de mar”, comenta Diego, quien desarrolla sus funciones con responsabilidad y entusiasmo, recordando siempre todo lo aprendido de sus pares en las unidades anteriores.  

“En la Armada uno conoce mucha gente, hace buenos amigos y compañeros que perduran en el tiempo. De cada uno y cada destino se aprende algo y me ayudan a ser mejor persona”, destaca el joven marino de 26 años.  

De esta manera, el Cabo de Mar reconoce que fue más que acertada su decisión de ingresar a la Armada: “Siempre se extraña a la familia y la tranquilidad del hogar, pero cada día estoy más convencido con la decisión que tomé. Estoy muy contento por todo lo que tengo gracias a la Institución: la posibilidad de trabajar en lo que me gusta, de estudiar, el conocimiento adquirido, y los viajes realizados”, concluye Diego.  

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Periodista: huellas de jujuy

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