“Te perdono”: el conmovedor mensaje viral de una atleta que perdió una pierna por un auto que cruzó en rojo


Celeste Díaz perdió parte de su pierna derecha tras ser atropellada
“¿Acaso creen que es imposible perdonar? Hace días atrás venía pensando en lo que ocurriría hoy, sabiendo que en este día iba a tener cara a cara a la persona que me atropelló pero lo que no sabía es cual iba a ser mi reacción, porque desde el principio dije perdonarlo y temía por mí misma por si me había engañado en cuanto a lo que sentía o decía sentir, ¿y saben qué? ¡No me engañé! No me mentí cuando dije que lo había perdonado. Hoy lo conocí y sentí una paz enorme al tenerlo al frente mío y no sentir rencor, ni odio, ni bronca. ¿Lloré? ¿Me emocioné? Sí, por supuesto que sí, porque se trata de algo que marcó mi vida para siempre, y escucharlo disculparse por su terrible error fue más satisfactorio que cualquier condena”.

Celeste Díaz tiene 26 años, es profesora de biología y vive en la ciudad de La Rioja. Escribió esas palabras en su muro de Facebook horas después de haberse encontrado con Lucas Rodríguez (38), quien la atropelló el 2 de octubre del año pasado, una fatídica fecha que ella recuerda como la que “golpeó mi físico y mis sentimientos”.

Ese día fue atípico. La docente había ido a trabajar al colegio provincial N° 14 pero se retiró más temprano, dos horas antes de lo habitual, debido a que era una jornada institucional y no hubo clases. Salió de la escuela minutos después de las 11, se subió a su moto y se fue para su casa. Nunca llegó a destino.

Celeste había transitado un buen tramo cuando al llegar al cruce de las avenidas Menem y Ortiz de Campo se produjo el hecho que cambió su vida para siempre: la camioneta Toyota Hilux que conducía Rodríguez cruzó el semáforo en rojo y la embistió.

La joven fue trasladada a una clínica cercana. El impacto le provocó, entre otras heridas, una luxofractura del miembro inferior derecho, con destrucción de musculatura y parte ósea, por lo que debieron amputarle el pie. Pudo haber terminado de manera trágica si ella no hubiera llevado el casco.

Su condición se agravó en los días posteriores. Una infección en la herida se fue propagando en su pierna. Los médicos resolvieron el traslado de urgencia a un sanatorio de la localidad de Allende, en la provincia de Córdoba. Allí le realizaron una nueva amputación, por debajo de la rodilla.

Estuvo internada una semana y media hasta que le dieron el alta. Después llegó la etapa de rehabilitación. El 5 de diciembre probó una prótesis y se pudo poner de pie. A los dos días volvió a caminar. “Mi rehabilitación fue muy rápida, hasta los médicos se sorprendieron. Creo que mucho está en la voluntad de cada uno”.

Tras dos meses en Córdoba, la joven regresó a su La Rioja natal. Al principio, afrontó lo que le sucedió con una mezcla de tristeza y angustia. Pensaba en su futuro y en su cabeza era todo incertidumbre. “Creo que uno ante estas circunstancias de miedo, más otras sensaciones, piensa en todo. Luego de haber sido operada y ver mi situación tuve mi período de duelo, que fue muy doloroso tanto para mí como para mis seres cercanos. Doy gracias a Dios ya que me enfoqué en mi salud, en mi nena y en todas las posibilidades que tendría que luchar para conseguir”, cuenta.

Un quiebre emocional se dio a fines de enero, cuando la invitaron a escalar una montaña y, a pesar de que su familia no quería, ella decidió participar. “Deseaba demostrar que uno puede superar las adversidades. Fue todo un desafío, para saber en qué condiciones estaba y hasta dónde podía llegar. Siempre digo que los límites los ponemos nosotros mismos.

Superó el reto y ascendió 5.200 metros. Eso, asegura, fue un “clic” que renovó sus ganas de volver a correr.

A Celeste le apasiona la actividad física. Practica atletismo desde los 7 años, impulsada por su padre, con quien comparte la misma afición por correr. Su especialidad son las carreras de fondo: en su infancia fue campeona de los Juegos Evita en los 1.200 y 2.000 metros, compitió en distintas provincias, participó en certámenes en el exterior e integró el seleccionado argentino de atletismo.

Al terminar el secundario empezó el profesorado de Educación Física. Pero cuatro días antes de hacer las pruebas de ingreso se enteró de que estaba embarazada de su hija Abigail, que hoy tiene 8 años. “Después de haber sido mamá volví con mis entrenamientos, pero ya la vida me pedía asegurarle un mejor futuro a mi hija, entonces retomé los estudios. Realicé carreras que luego abandonaría, hasta que ingresé al profesorado de Biología y pude recibirme”.

Reconociendo su pasado como atleta, el ministerio de Salud provincial le concedió a Celeste una prótesis deportiva para que pueda volver a correr. Se la entregaron en Buenos Aires e hizo sus primeras pasadas en el Cenard. Habían pasado nueve meses desde el accidente.

Hoy está alejada de la práctica. Dejó de correr por antiguos dolores en las rodillas que la volvieron a aquejar. Aunque no descarta retomar a los entrenamientos, por el momento solo piensa en cuidar su salud y en dedicarse de pleno a su trabajo. El 2 de octubre de este 2019, exactamente un año después del accidente, empezó a dar clases otra vez. Después de doce meses, recomenzó su antigua rutina cotidiana.



Fuente: https://www.infobae.com/sociedad/2019/12/16/te-perdono-el-conmovedor-mensaje-viral-de-una-atleta-que-perdio-una-pierna-por-un-auto-que-cruzo-en-rojo/
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Periodista: Huellas de Jujuy

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