Con el apoyo de una patota de unas
15 personas, Milagro Sala echó de su vivienda del barrio Tupac Amaru a la
empleada municipal María del Carmen
González por su militancia en el SEOM que ahora conduce Carlos “Perro”
Santillán. Horas antes, personas no identificadas habían ingresado en la
vivienda y le “plantaron” 800 gramos de marihuana, por lo cual también actuó la
policía deteniéndolo al hijo de González.
En
declaraciones realizadas a Canal 2, González relató que “yo a la mañana trabajo
en la municipalidad, a la tarde vengo a colaborar con el compañero Santillán y
a la noche me voy a trabajar en una sandwichería. Anoche recibo una llamada de
la Policía, no sé cómo consiguieron mi número, diciéndome que mi casa de la
Tupac estaba abierta. Vino un móvil y cuatro policías en moto, me llevaron
custodiada como si fuera la peor delincuente, cuando jamás anduve en nada raro,
sólo trabajar para ganarme el pan”.
González,
quien posee su vivienda en la 11º Etapa, donde reside desde el pasado15 de
Marzo, explicó que hace 17 años que está anotada en el IVUJ y el gobierno jamás
le dio respuestas, a pesar de tener a cargo a su madre y a su hermano
discapacitado.
Cuando
llegó a su casa, el área estaba plagada de policías y además se encontraba
Milagro Sala junto a una patota de unas 15 personas. “Lo veo a mi hijo y me
dice que lo estaban llevando detenido. Le digo que me acababan de informar que
la casa estaba abierta y él me responde que no, que no estaba abierta, que
había quedado todo con llave. Le pregunto al comisario López de la Regional de
Alto Comedero qué puerta estaba abierta y él me contesta que la del costado.
Cuando mi hijo quiso ir a ver e ingresar, lo agarraron y lo metieron en el
móvil”.
“Yo también trato de entrar a mi casa
para ver y me dicen que espere y empiezan a agarrarme con maniobras
como para detenerme. ¿Qué pasa?, les pregunto, y me responden: tenemos que
entrar a su domicilio para ver qué es lo que robaron, porque está abierta la
puerta. Respondo que la puerta no estaba abierta, porque estaba con llave”.
Ante la
consulta periodística si la policía tenía orden judicial, González respondió
que “no, vinieron sin orden judicial, pero como yo no tengo nada que esconder,
los dejé entrar. Miro hacia la mesa y veo cuatro paquetes y entonces me dicen
que eran cuatro panes de marihuana, específicamente 800 gramos de marihuana. No
sé cómo habrá llegado allí esa droga, pero evidentemente no fueron a mi casa
con intención de robo, sino que me abrieron la puerta del costado y pusieron
esa droga en la mesa del comedor”.
Preguntada
sobre a qué atribuye esta maniobra, dijo: “Yo tenía amenazas de la señora
Milagro Sala. Pero esta señora se olvida de la historia, se olvida cuando ella
era joven, de olvida de adónde comía. Yo le agradezco que me haya dado la
vivienda, pero ahora la denuncio porque no puede hacerle esto a mi familia.
Ella ahora se está postulando como diputada, ¿cómo una diputada va a hacer
esto? ¿Qué quiere hacer con nosotros? ¿Manejarnos a toda la provincia de esa
forma? ¡Eso no se hace! ¡Ella tiene que demostrar lo solidaria que es, hacer
una acción social buena y no sacarme a las tres de la mañana de la casa! Estuve
hasta las cinco de la mañana con mis pertenencias en la calle, porque me decía
que tenía que salir ya mismo, porque no le había hecho caso a sus amenazas”.
Ante la
consulta de por qué Sala la echó de la casa, la empleada municipal respondió:
“Ella me dijo que porque estoy con el Perro Santillán y que tenía que ir a que
el Perro Santillán me dé vivienda”, manifestó.
Al
momento de escribir esta información, González se encontraba haciendo la
denuncia ante la Fiscalía de Turno.